Second Sunday of Advent | Bulletin of December 07, 2025 Mensaje de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos

Mi Querida Familia de Nuestra Señora de Lourdes,

¡Felicidades a todos los que se consagrarán a Jesús por medio de María y a todos los que renovarán su consagración! La misa de consagración será el lunes 8 de diciembre a las 7:00 pm., seguida de la procesión del rosario a la luz de las velas.

Para nosotros, aquí en Nuestra Señora de Lourdes, nuestra consagración es una aceptación plena de la gran bendición que Dios nos ha ofrecido en María, Nuestra Señora de Lourdes, como nuestra patrona. En la festividad de Nuestra Señora de Lourdes celebramos el gran ministerio de sanación que es Lourdes con una misa de sanación seguida de nuestra procesión del rosario a la luz de las velas hasta la gruta. Así como fue en Lourdes donde María le dijo a Bernardita “Yo soy la Inmaculada Concepción”, hemos elegido esa hermosa fiesta para nuestra misa anual de consagración, en la que nos consagramos a Jesús a través de María.

Al abrirnos su vida, María nos muestra que no debemos tener miedo de entregarnos por completo a Cristo. Al igual que María en la Anunciación, nos llenamos de alegría cada vez que decimos “fiat voluntas tua” al Señor y Su Gracia nos inunda y bendice a todos los que nos rodean. María nos ayuda a darnos cuenta de lo que Dios está haciendo por nosotros y a través de nosotros, y a meditarlo en nuestros corazones. Nos ayuda a comprender la obra del Espíritu y a cooperar con ella. María está con nosotros cuando se nos pide que acompañemos a Cristo en el Calvario y nos ayuda a perseverar en la fe hasta que llegue la Resurrección.

Finalmente, María nos atrae hacia su propia obra de evangelización. Ella, que viene a nosotros, en nuestro propio tiempo y lugar, para guiarnos hacia Cristo, a fin de que podamos compartir con ella la gloria del cielo, mueve nuestros corazones para que nos preocupemos por lo que les sucede a los demás. En nuestra consagración a Jesús por medio de María, vamos hacia nuestros hermanos y hermanas, en su tiempo y en su lugar, para compartir lo que hemos encontrado y acompañarlos en su camino hacia una nueva vida en Cristo.

Estar aquí, en Nuestra Señora de Lourdes, es una bendición enorme. No podríamos tener mejor patrona; no hay guía más amorosa y segura. Digamos cada uno individualmente y en comunión “sí” a esta bendición. Consagremos nuestra vida a Jesús a través de María y vivamos esa consagración. Abramos nuestro corazón a ella, confiando sin reservas en que nos llevará a su hijo y salvaguardará nuestra vida en Cristo.

Mons. Schwanger
Pastor

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